jueves, 31 de enero de 2013

SOLA, PERO NO SOLITARIA


Hace poco dialogaba yo con una dama la cual hace un par de años perdió a su amado esposo. Actualmente ella se encuentra muy depresiva ya que la soledad y los recuerdos no le permiten tener una vida activa y capaz como la que llevaba con su esposo del cual estuvo casada más de 30 años. Hay circunstancias en la vida las cuales nos puedan obligar a vivir solas como lo es un divorcio, la muerte del cónyuge o el casamiento de los hijos.
Sin embargo, permíteme decirte que el estar sola en la vida no significa que estés solitaria. Son momentos transcendentales en nuestra vida para los cuales nunca nos habíamos preparado, de hecho jamás pensábamos que estos nos sucederían. Un día nos levantamos en la mañana y al darnos cuenta que estamos solas, el terror se apodera de nosotras. Ya nos dimos una ducha caliente, ya hemos desayunado y hecho las tareas del hogar y nos preguntamos y que será lo próximo que hare? O quizás, como podre pasar un día mas en esta casa vacía? En un desesperado intento de compañía hay quienes deciden correr a una relación sin buscar dirección de Dios,haciendo yugos desiguales solo por tener una persona a su lado. Recuerda que no somos menos si estamos sin un compañero. Si ese ser que amabas se marcho y no te valorizo o te abandono, no te sientas insignificante o sin valor. Recuerda que solo merecemos amores genuinos de aquellos que nos respetan y nos llevan de la mano, pero siempre te permiten cierto espacio y respeto como persona y sierva de Dios. La falta de amor en las mujeres, así como la falta de valorización y de ternura, hacen que tu auto estima se lastime y te sientas como que ya no existe el verdadero amor para ti y mucho menos la felicidad. Muchas mujeres solteras cristianas viven sumergidas en depresiones por falta de apoyo de su comunidad de fe, de la gente que la aprecia y aun de familiares.
La Palabra de Dios nos dice que el Señor nos ha dado una promesa, en Mateo 28:20“he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. Es impresionante saber que Nuestro Señor Jesus nos prometió compañía. Amada dama, recuerda que muchas personas tienen que pagar por el recurso de un guardaespaldas, pero nosotras tenemos más que un compañero, más que un amigo, más que un hermano. El nos ama con un amor que es sincero y eterno. Su amor no tiene límites. El no te dejara ni un instante y puedes estar en la completa seguridad porque El es fiel. Por lo cual puedes decir puedo estar sola, pero jamás solitaria, porque tienes un acompañante que no te dejara ni te desamparara. Aunque todos te hayan dejado, Dios está a tu lado.

TE INVITO A COMENZAR A VIVIR UNA VIDA PLENA Y SATISFECHA EN EL SEÑOR, SABIENDO QUE EL HA DE SER TU APOYO Y GRATA COMPAÑÍA.

Autora: Lucy Carmona

martes, 29 de enero de 2013

LA MUJER SIMPLE ES EL BLANCO PERFECTO DEL DIABLO


En la primera guerra mundial se conoce de la historia del hijo de un rey que estaba dentro de las filas del ejército, en igual condición de combate que todos los demás,  quien presumiendo de sus atributos de príncipe, como todos le ofrecían pleitesía, pensó que el enemigo seria en su vida un obstáculo más que podría superar.
Al entrar al campo enemigo fue sorprendido por una brigada y fue capturado. Durante un interrogatorio exigió que lo liberaran apelando a su condición de hijo del rey; sin embargo, por más que insistió, el comandante del ejército enemigo sencillamente dijo: “entiendo toda su situación, pero entiéndame usted a mí, usted está en el campo enemigo, ha sido capturado, y no puede volver atrás, por tanto su sentencia es: ser nuestro esclavo”.
Palabra de Dios dice en  1 Pedro 5: 8 que nuestro adversario el diablo, como leónrugiente anda buscando a quien devorar. A él no le importa quiénes somos, dónde nacimos, ni los privilegios que podamos llegar a tener; ni nuestra posición, ni nuestros privilegios nos mantienen exentos de su ataque, sencillamente él es nuestro enemigo, somos su blanco y su objetivo primordial es destruirnos, y una vez que caímos en su trampa es muy difícil retractarnos. Eso fue exactamente lo que sucedió en la vida de una joven que quedó registrada en la Biblia, caracterizada por su simpleza lo cual la llevó a ser el blanco perfecto para el ataque de Satanás.
A través de la vida de Dina, veremos tres características de una mujer incauta, que la convierten en una presa fácil de atrapar:
La indiferencia:
Dice Génesis 34:1 “Salió Dina, la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver las hijas del país.”
Estudiando el trasfondo de la vida de Dina, podemos observar las siguientes cosas:
¿Quiénes eran sus padres?: Jacob y Lea, ella había crecido en un hogar en el que seguramente aprendió de la fe de sus padres.
Ella formaba parte de la descendencia de Abraham y por lo tanto era parte de la promesa: “Y haré de ti una nación grande y serás de bendición”. El propósito de Dios era que tanto ella, como su descendencia fueran de bendición.
       No tan solo  era la hermana menor de siete hermanos, sino también la única mujer, y seguramente eso le daba privilegios que la favorecían.
Sin embargo, dice el versículo 1: “Salió Dina a ver a las hijas del país.” Esta frase en el hebreo indica que deseaba hacer amistad con las cananeas, sin duda, quería conocer sus costumbres. Pero la cuestión era que no debía ir para aquel lado, porque había una orden de parte de Dios, de no trabar ningún tipo de amistad con esa gente. Pues su estilo de vida, no era del agrado de Dios.  Ahora bien, ¿podría ser que Dina era ajena a la fe de sus padres? ¿O quizás hacía oído sordo a lo que se le enseñaba?
Dina obró con indiferencia respecto al plan que Dios tenía para ella, y  salió a “ver”, se fue tras el deseo de sus ojos y buscó satisfacer su curiosidad con cosas nuevas, sus deseos fueron más fuertes que ella y la expusieron por completo al ataque del enemigo.
Ella seguramente era muy joven y por lo tanto muy ingenua por eso se fue tras el deseo de su corazón, tuvo en poco la Palabra de Dios, por que para ella eran sólo palabras, y nunca se había apropiado de ellas.
Para Satanás fue suficiente solo una vez de descuido, para atacar y llevar a cabo su plan.
¿Cuál es mi actitud para con la Palabra de Dios y su plan para mi vida? La indiferencia, mostrarnos insolentes y confiadas nos califican como mujeres insensatas (Prov.14:16b) y por consiguiente nos convierte en  mujeres simples, que pasan y que reciben el daño, y eso mismo fue lo que le sucedió a esta joven.
La imprudencia:
Dina no se  quedó con el simple hecho de ver sino que se fue mostrando, ella pensó que tenía el control de la situación, que sólo saldría para divertirse con las cananeas, descubrir cosas nuevas y pasar un buen rato, pero Satanás ya le había preparado la trampa, su simpleza la indujo directamente a la boca del león.
Al salir, ella se expuso a los peligros y  traspasó los límites que la colocaron en unplano, en el que no tuvo la oportunidad de volver hacia atrás.
Gen 34:2 dice “Y la vio Siquem hijo de Hamor heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, y se acostó con ella, y la deshonró.”
Dina, quien entonces tenía  14 o 15 años había sido marcada por el resto de su vida tal como la mujer simple, ella pasó y recibió el daño, cayendo en la trampa del enemigo. No podemos jugar, negociar ni flirtear con el Príncipe de este mundo, porque siempre saldremos perdiendo.
Nuestra vida es un precioso regalo de Dios, pero si por nuestra indiferencia a Su voz, y nuestra imprudencia, nos exponemos en este mundo, a ser el blanco del diablo y permitimos “que jueguen con la cinta del paquete”, nuestro enemigo va a querer desatar el moño, abrir ese regalo y destruir todo lo que hay dentro. Eso no es lo que Dios quiere, en el caso de Dina, se suponía que su propósito era ser de bendición, pero la encontramos deshonrada y solo porque “salió a ver…” y terminó  atrapada.
¿Crees que esto ya es demasiado? pregúntale a Dina, quien jamás se imaginó las consecuencias que trajo su actuar indiferente, imprudente, pero también inconsciente.
La inconsciencia:
 La Biblia nos dice en el mismo capítulo, como terminó esta “excursión” de Dina.
Después de haberse acostado con Dina, Siquem quería casarse con ella, así que Hamor, padre de Siquem fue a negociar con Jacob y llegaron al acuerdo de que las dos familias se emparentasen bajo la condición de que la familia de Hamor se circuncidase. Hicieron el trato y al tercer día, cuando más incapacitados estaban, Simeón y Levi, hermanos de Dina, ejecutaron una guerra de venganza. Mataron a todos los hombres de Siquem, así como a Hamor y a Siquem, rescataron a Dina y tomaron como botín a las mujeres y las riquezas de la ciudad.
¿Creen ustedes que Dina imaginó todo lo que sucedería como consecuencia de haber “salido a ver”? seguramente no. Su actuar fue inconsciente; y muchas veces nosotros tal como Dina no medimos las consecuencias. No somos conscientes del potencial destructivo de nuestro enemigo y mucho menos del alcance que puede tener nuestras malas decisiones.
Satanás y este mundo te quieren  engañar haciéndote creer que puedes disfrutar del placer a tu manera, sin que haya dolor. Eso es mentira, recuerda que es “el simple quien recibe el daño, más el avisado ve el mal y se esconde”, “El simple todo lo cree; más el avisado mira bien sus pasos”.
La anécdota del comienzo, habla del hijo de un rey. Dina era HIJA DEL REY, pero al igual que el joven de la historia, terminó siendo esclava del diablo. Ella estaba bien con su familia, se sentía protegida por ella, pero quiso “probar” y se encontró de frente con una realidad, que aún no estaba preparada para enfrentar. Querida joven ABRÍ LOS OJOS, tu vida, tu cuerpo, es como el paquete de regalo, que sólo tiene que ser abierto por EL DUEÑO, nadie más lo tiene que abrir.

 “Hija mía, no te olvides de mi palabra, y tu corazón guarde mis mandamientos, fíate de Dios de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabia en tu propia opinión; teme a Dios y apártate del mal”.    

Autora: Silvia Truffa

jueves, 24 de enero de 2013

¿POR QUÉ TE FINGES OTRA?


Cuando la verdad desenmascara el error, los que se encuentran expuestos a ella se ponen muy nerviosos, como dos hermanos cuya historia leí recientemente. Eran dos hermanos ricos. También eran malvados. Ambos vivían de manera perversa e inútil, usando su riqueza para cubrir el lado negro de sus vidas. Sin embargo, en la superficie, pocos podrían haber adivinado aquello, ya que estos consumados artistas de la simulación asistían a la iglesia todos los domingos  y contribuían con grandes sumas de dinero para varios proyectos relacionados con ella. Entonces la iglesia llamó a un nuevo pastor, un joven que predicaba la verdad con celo y valor. Como era un hombre de penetración y fuerte integridad, este joven pastor también había captado la hipocresía en los estilos de vida de los dos hermanos.
De repente, murió uno de ellos y el joven pastor fue invitado a predicar en el funeral. El día antes, el hermano sobreviviente llevó a un lado al predicador y le dio un sobre. “Aquí hay un cheque bastante grueso como para pagar todo lo que usted necesita para un nuevo templo” -murmuró-. Todo lo que necesito es un favor: diga a la gente que esté en el funeral, que mi hermano fue un santo. El pastor lo prometió: haría exactamente lo que le pedían. Esa tarde depositó el cheque en la cuenta de la iglesia. Al día siguiente, estaba delante del féretro en el funeral y dijo con firme convicción:
 ”Este hombre era un impío pecador, malvado hasta el fondo. Era infiel a su esposa, malhumorado con sus hijos, implacable en sus negocios e hipócrita en la iglesia, pero comparado con su hermano, era un santo”.
Suena muy gracioso ¿verdad?, Pero, ¿de dónde viene la palabra “hipócrita”? Cuenta la historia, que en la antigüedad existió un tal Hipócrates que fue el organizador del teatro, y ustedes conocen la imagen de una máscara sonriente y una máscara triste; eso lo introdujo Hipócrates, y él dio su nombre a los actores que se llamaban “hipócritas”. Un actor en la antigüedad era alguien que usaba una máscara y representaba un papel, con el objetivo de convencer al otro. Justamente un buen actor, un buen “hipócrita” es el que convence al otro de algo. En el principio ser un buen hipócrita, un buen actor no era algo malo; sin embargo la palabra, con el correr del tiempo, terminó siendo una palabra negativa porque es alguien que simula. Decirle hoy a alguien que es un hipócrita, es algo negativo.
En la historia bíblica se menciona a un hombre llamado Jeroboam, que usaba máscaras y también se las hacía poner a su esposa, pues él no quería ser el único “simulador” en el escenario de la vida. Pero un día un gran problema, lo superó y decidió buscar la ayuda de Dios, pero de una manera muy extraña.
“En aquel tiempo Abías hijo de Jeroboam cayó enfermo y dijo Jeroboam a su mujer: Levántate ahora y disfrázate, para que no te conozcan que eres la mujer deJeroboam, y ve a Silo; porque allá está el profeta Ahías, el que me dijo que yo había de ser rey sobre este pueblo”.
Esta mujer obedeció a su marido poniéndose un disfraz para que nadie la reconociera, el profeta al cual ella iba a consultar estaba ciego pero Jehová le avisó que ella estaba viniendo a verlo y que venía disfrazada. Al escuchar el profeta el sonido de los pies de la mujer dijo:
“Entra, mujer de Jeroboam. ¿Por qué te finges otra?”
Sin duda todos en la vida nos hemos relacionado con personas que nos sugirieron “disfrazarnos”. En lo personal lo viví dentro de mi familia, en el trabajo y aún en la iglesia; ya que todos estos ámbitos están formados por  hombres y mujeres imperfectos, por ello, no es nada raro que esto suceda. Pero si te acostumbras a fingirte otra persona, la cosa cada vez se va a poner más difícil. Porque las máscaras necesitan cada vez más máscaras para poder sostenerse.
En el caso de este rey, él quería conseguir una respuesta de un hombre de Dios, pero de una manera encubierta, no era transparente su forma de proceder, manifestó su intensa ansiedad como padre y su astuta política como rey apóstata. No quería que se supiera que consultaba al Dios verdadero en vez de a sus ídolos, por temor de poner en peligro su sistema político, por eso le dijo a su mujer: “disfrázate para que no te conozcan que eres la mujer de Jeroboam”.
A veces las mujeres accedemos a pedidos insólitos, porque justamente quien nos lo pide es alguien al cual estamos ligadas por un profundo sentimiento, y “no podemos decirle que no”. Pero esto lo único que produce en nuestras vidas es una profunda tristeza, porque todavía no aprendimos a decir “no”.
Entonces empezamos a usar disfraces que otros confeccionaron para nosotras, siempre nos terminan convenciendo y terminamos cediendo. Pero debemos ser conscientes de lo que esto produce, no es algo para desestimar.
-irás perdiendo tu identidad; porque el profeta le dijo: “mujer de Jeroboam”, la asoció con el marido que era un engañador (como Ananías y Safira que mintieron al Espíritu Santo).
-traerá vergüenza a tu vida; porque el profeta al reconvenir a la mujer, la trató de mentirosa. Le hizo una pregunta: “¿por qué?”, la misma pregunta te tienes que hacer a ti misma: ¿por qué siempre hago lo que otros me dicen, cuando en realidad no quiero hacerlo?
-si tienes hijos, ellos te verán, como una madre de “doble ánimo”, por lo tanto no podrán confiar en ti.
-y tú misma no podrás disfrutar de tu vida, por vivir siempre complaciendo a otros, a costa de lo que sea.
 Apenas ella entró a la casa de Ahías, él le profetizó, diciéndole que Dios ya no quería tener más trato con Jeroboam, por varias razones, y una de ellas era algo que había hecho el marido, que ofendió mucho al Señor; le dijo: “tu marido echó tras sus espaldas a Dios” o sea lo había dejado, lo había ignorado por completo, y la mujer también era partícipe de esta traición.
¿Cuántas veces nosotras también hacemos lo mismo? Nos movemos sólo por nuestros sentimientos, le dedicamos tiempo a un montón de gente, estamos atareadas y llenas de actividades, pero ignoramos a Dios, y en el fondo de nuestro corazón lo sabemos. Pero, es como que se nos “hace una carga” tener que dedicarle un ratito de nuestro tiempo, es que de nosotras dependen tantas cosas, que si paramos, “todo a nuestro alrededor se derrumbaría”, pensamos que somos indispensables, y al fin y al cabo terminamos el día sin haber hecho lo más importante; no buscamos esa enseñanza que el Señor tiene para nosotras, que es la mejor parte y la que nos va a servir, para poder organizarnos durante el resto del día, para ser sabias al tomar decisiones, para saber priorizar, sin darnos cuenta “echamos tras nuestras espaldas a Dios”.
Dice el proverbio: “El que anda con sabios, sabio será”, por eso tienes que juntarte con otras mujeres que tengan un verdadero compromiso con Dios, que te pueden bendecir, que serán una inspiración para tu vida, que te impulsarán a buscar más de Dios. Y desligarte de aquellas personas que lo único que buscan de ti, es usarte para sus propios fines, pero que no tienen un verdadero interés por tu vida, de esos ¡aléjate!
Nuestro ser es como una casa que tiene muchas habitaciones, si yo le abro la puerta de alguna de ellas al diablo, él inmediatamente va a tomar el control de esa área de mi vida. Por eso hay gente que siendo creyente tiene muchos conflictos, porque le abrió una puerta al diablo, le dio permiso para que entre y gobierne esa área de su vida, que no se la ha entregado a Dios.
Hoy el Espíritu Santo te dice: ¿Por qué te finges otra? No fuiste hecha para vivir ocultándote de la Presencia de Dios. Fuiste creada para vivir una vida plena en Cristo, para proyectarte, para establecer principios que marquen la vida de tu familia, y de quienes estén cerca de ti, y lo harás con tu ejemplo, más que con tus palabras.

 Hoy el Señor te dice: “Yo voy a cumplir tus sueños y tus deseos; pero tienes que ser tú misma, tienes que dejar de jugar a ser otra. Para que cuando las personas te miren, no vean una imagen falsa de ti, sino que tu vida sea como un espejo para otros, que pueda traslucir a una mujer firme, segura y completa, en donde otros vean la imagen de Dios, reflejada en ti”.

Autora: Silvia Truffa

martes, 22 de enero de 2013

MUJER, ¡EN DIOS ERES VALIOSA!


Cuantas veces has escuchado palabras racistas en contra de la mujer, palabras hirientes, actitudes que te hacen sentir inferior, sin importancia, en algunas ocasiones hasta maltratos físicos o emocionales, critica, burlas, algunos por machismo, costumbres, ya sea en tu hogar, trabajo, escuela, o áreas que te desenvuelves con cargos importantes o tal vez solo eres una ama de casa y recibes maltrato, quizás, estoy hablando al corazón de una mujer lastimada, herida, atacada o criticada por querer salir adelante, tal vez te sientes cansada o en ocasiones hasta has sentido que estas luchando sola, pues déjame decirte que la mujer, en Dios tiene un gran valor, tal como lo muestra en algunas partes de su palabra, comenzando por elegir a la mujer como ayuda idónea del hombre, le dió a la mujer el regalo de procrear vida, Él mismo nació de una mujer (Lucas 1), otro ejemplo fue en su resurrección, fue descubierto por su madre y otras mujeres, éstas mismas fueron portadoras de las Buenas Nuevas(Marcos 16), hizo milagros en mujeres como lo cuenta en la mujer del flujo, que con solo tocar su manto fue sana (Mateo 9), defendió a la mujer adúltera y la perdono(Juan 8), puso como representantes a mujeres valientes y fieles, como Débora y Esther, sin quitar la importancia de las madres de todos esos hombres importantes, como Ana la madre de Samuel, Miriam la madre de Moisés, o las inseparables Ruth y Nohemí, por mencionar algunas, todas tuvieron su importancia y colaboración en distintas formas, algunas por su valentía, otras por su amor y fidelidad, pero en cada una de ellas Él vio algo importante, ¿Porque no habrías de serlo tú?, Si Él es el mismo de ayer, Dios no cambia de parecer, Él ha demostrado que sigue siendo el Dios de aquellos tiempos, ama por igual a hombres y mujeres.
“Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús”.
Gálatas 3:28 
Deja de lado eso que te ha lastimado, no creas que no puedes, tu puedes ser una de esas mujeres, tienes algo especial que Él ha visto en ti, ¡Por algo naciste mujer!, cumple con tus propósitos sin miedo, levántate y sécate esas lágrimas, sé una mujer fuerte, acércate a Él que es un caballero, te escuchará, te dará la fuerza, será tu hombro para llorar y será tu consuelo, quitará tu tristeza, sanará tus heridas y saldrá a defenderte como un Rey a su princesa, porque mujer,

¡EN DIOS ERES VALIOSA!

Autora: Maite Leija

viernes, 18 de enero de 2013

MUJER NO TE ANGUSTIES, QUE EL FUERTE TE VE…


Sin duda hay momentos en la vida, en que nos encontramos demasiado solas… por diferentes razones. Una puede ser que el marido se fue para ya no volver, otra que los hijos crecieron y también se fueron de la casa, o a veces sencillamente, podes estar rodeada de gente y también sentirte sola. Hoy vamos a conocer la vida de una mujer que no tenía marido, se ganaba la vida trabajando en tareas domésticas y un buen día la echan de su trabajo, estandoembarazada, y ya no tenía un techo donde vivir, no tenía trabajo, sus emociones estabas destruídas, porque su sensibilidad era aún mayor por estar esperando un bebé. Por un momento se quedó sin nada!…alguien para quien le fue muy duro volver a empezar…
Cuenta la historia bíblica, que hubo un matrimonio  que se llamaba Abraham y Sara. Ambos tenían un gran problema, no podían tener hijos, porque Sara era estéril, sin embargo, al correr de los años, en sus vidas aconteció algo muy particular; un día se les aparecieron unos ángeles con la noticia de que iban a ser padres! esa era una palabra directamente de parte de Dios. Cuando la recibieron, Sara se rió, y era lógico, ya que ella era muy anciana para tener un hijo. Pero la palabra era firme de parte deDios e indudablemente ella iba a ser mamá! La cuestión es que iba pasando el tiempo y el bebé no venía, entonces un día, ya no aguantando más y muy  desesperada, a Sara no  se le ocurrió mejor idea que decirle a su propio marido que tuviera un hijo con su sierva que se llamaba Agar. Dice el pasaje bíblico:
“Dijo entonces Sarai a Abraham: ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizás tendré hijos de ella. Y atendió Abraham el ruego de Sarai.”
Fíjense como habló Sara, ella dijo: “Ya ves que Jehová me ha hecho estéril”: suena, como si dijera: “la culpa de que yo no tenga hijos es de Jehová”, había pasado demasiado tiempo y según el reloj de Sara, Dios no estaba haciendo nada. Ella en ningún momento se puso a pensar en los desórdenes de convivencia y generacionales, que esto traería. Ella solo quería tener un hijo a costa de lo que sea.
 Así fue que Abraham, no dijo nada ante esta petición, solo fue y lo hizo así, como su esposa se lo había pedido. Y Agar, la sierva,  al quedar  embarazada  se sintió más poderosa que Sara y comenzó a mostrarse rebelde ante su señora, tomándose la atribución de despreciarla. Esto es lo que pasaría en cualquier hogar donde las cosas se manejan por los designios de la carne y no los de Dios. Aquí se fue añadiendo pecado a pecado, ya que ante esta situación Sara le echó la culpa a Abraham, haciéndolo responsable de todo lo sucedido y Abraham “se la devuelve” a su mujer y le dice que haga lo que quiera con Agar. Y Sara decidió echarla de la casa!
La Escritura dice que las obras de la carne son entre otras: adulterio, lascivia, enemistades, pleitos, celos, ira, contiendas, disensiones etc. Todo esto se había puesto de manifiesto en el hogar de Sara y Abraham.
Pero Dios que es misericordioso no iba a permitir tal injusticia contra Agar. Entonces se manifestó a ella…En ese momento el Señor no se ocupó de Abraham ni de Sara, se ocupó de la persona que verdaderamente había sido afectada por la mala decisión de sus amos.
Allí el Señor envió su ángel para encontrarse con esta mujer, dolida en su corazón, sola, sin rumbo y llevando un hijo en sus entrañas. Salió al desierto y estando parada junto a una fuente de agua, porque sin duda estaría muerta de sed, se le apareció el ángel de Dios (JESUCRISTO) y tuvo una conversación con ella. El Señor SIEMPRE está dispuesto a tratar TODOS NUESTROS PROBLEMAS con nosotras y si es necesario se nos va a aparecer en la noche más oscura de nuestras vidas, así pasó con Agar…
Dios siempre se compadece de los desvalidos porque es un Dios misericordioso. Ahora para sorpresa de Agar, el consejo del ángel fue que vuelva a la casa de Sara y se ponga bajo su autoridad otra vez. Pues allí Agar tendría un hogar donde poder criar a su hijo, ya que ella era extranjera, era egipcia, y le sería muy difícil encontrar una familia que le diera trabajo.
Esto quizás no nos parece la mejor salida, pero por lo general nuestros pensamientos no son los pensamientos de Dios, ni nuestros caminos, sus caminos. Y también el ángel le dio una palabra de fe, una promesa, pues le aseguró que su descendencia sería poderosa en la tierra y también le dijo el nombre que tendría que ponerle a su hijo: Ismael que significa “Dios oirá”.
Y por esta aparición, Agar reconoció a Jehová como “el Dios Que Ve”.  Y a continuación ella dijo:
 ¿No he visto también aquí al que me ve? Ella entonces llamó a aquel lugar: “el Pozo del Viviente que me ve”.
Podemos ver en esta historia que a pesar de todas las injusticias que estemos pasando, no importa de qué tipo sean, o de qué tamaño; DIOS SIEMPRE NOS ESTARÁ MIRANDO y estará listo para actuar y revertir la situación.
Lo único que él necesita de nuestra parte, es que le entreguemos a Él, el derecho de vengarnos por nosotros mismos.
Dice en la Palabra de Dios que “La ira del hombre no obra la justicia de Dios”. Muchas veces nos vamos a encontrar queriendo hacer justicia “por mano propia”, pero cuando tomamos la decisión de poner TODO en las manos de Dios, nos va a pasar como a Agar, un ángel vendrá en nuestro auxilio y nos dará una palabra de aliento, una palabra de fe, y no sólo eso sino que tendremos el privilegio de seguir adelante con nuestra vida, con nuestros proyectos, porque a través de una situación desesperante  podremos conocer otra faceta del carácter de Dios, entenderemos que él es El Fuerte Que Ve todo lo que nos pasa y esto cambiará el rumbo de nuestra vida para siempre!
Autora: Silvia Truffa