jueves, 4 de agosto de 2011

LUCHAS PROFUNDAS QUE ENFRENTAN LAS MUJERES SOLTERAS


Aunque crecí en el Señor y en el seno de la iglesia, no he sido exenta de las luchas normales de muchas solteras, sí debo reconocer que la Soberana Gracia de Nuestro gran Dios ha sido fiel en guardarme. Conversaba recientemente con una hermana, ella compartía conmigo parte de su vida; me decía que en su vida mundana ella tenía algunos desordenes en cuanto al guardarse pura. Pude testificarle que Dios me ha guardado hasta ahora desde que hice un pacto delante de El de pureza, un pacto con mis ojos y con mi corazón, eso no significa, como he mencionado anteriormente que no hayan venido las tentaciones, las luchas profundas. Esta hermana con la que compartía es una hermana casada y la verdad que al conversar acerca de cómo las solteras debemos guardarnos ella quedó impresionada cuando le manifesté acerca de algunas luchas profundas que tenemos las solteras en cuanto a la pureza, los pensamientos y ciertos deseos. Ella se casó joven y no ha tenido que pasar por la falta de tener un esposo a la edad de los 30 años. Ella se sorprendió porque entendía que las solteras no teníamos ciertas luchas. Le dije que sí, y mucho.
Yo puedo testificar una vez más, que aunque he pasado por soledad, por desiertos, por diferentes crisis y ciertos cambios en mi vida, Dios ha sido fiel en guardarme, en preservarme, yo te puedo decir hermana que soy una mujer soltera joven muy amada del Señor y tú lo puede ser también y seguro que lo eres, ríndete al Señor, habla con El y entrégale tus ansiedades, tus necesidades, tu vida, esa lista que te invité a hacer al principio del capítulo, ríndela una y otra vez al Señor y veras cambios grandes en tu vida. Recuerda “DIOS ES FIEL”
No me avergüenzo de haberle entregado mi vida al Señor en los primeros años de mi vida, no me arrepiento de estar en sus caminos y ahora con toda seguridad te digo no me siento mal de los grandes límites que Dios me ha puesto y que me están rodeando para guardarme, porque sé que soy muy amada del Señor. Tú lo eres también. Recuerda, todo lo que hace el Señor tiene un propósito y es bueno, aunque no le veamos y sintamos así. Es bueno. Confiemos, descansemos en Dios, el es fiel.
VEAMOS ALGUNAS LUCHAS QUE ENFRENTAN Y SUFREN LAS SOLTERAS
Una de  las luchas que enfrentan las mujeres es el asunto de la edad. No quieren decirle la edad a los demás porque nuestra cultura rechaza y no toma en cuenta las solteras de 30 a 45 años. Es como decir, esta no es tan valiosa, no tiene mucho que dar, no luce tan lozana, tan fresca, ya se le ha pasado su tiempo o se le está pasando. Muchos grupos de hermanos y parejas no se detienen a pensar en las solteras con amor, con misericordia, con reconocimiento de que son hermanas que han luchado para llegar a donde están con la Gracia, pura Gracia de Nuestro Dios.
Debemos cuidarnos y entender nuestra condición, leer acerca de nuestra edad y cómo sentimos a la edad que tenemos, debemos conocernos bien, emocional y biológicamente, debemos hacer el esfuerzo por conocernos para podernos ayudar a nosotras mismas y ayudar a otras.
Nosotras debemos cuidar nuestros ojos y hacer pactos con Dios, tener cuidado de las revistas que leemos, las películas que alquilamos, las conversaciones que sostenemos en grupos, debemos cuidarnos de los libros que compramos, los lugares que visitamos. 
Esfuércense en ser diligentes en cuidarse, mientras escribo estoy en oración constante por todas las hermanas que podrán leer este material y continúo haciendo pactos con Dios, ¿quién más para entendernos y sostenernos con su poder que Dios? Dios es fiel.
Las solteras luchan también con la conmiseración, hay momentos en que las solteras tienden a sentir pena y lástima por ellas mismas. Se preguntan y se dicen, no valgo mucho, no he logrado nada en la vida, me quedaré sola, nadie me va a querer, se me está pasando el tiempo, no tengo algo propio para mí, no tengo hijos, no me he podido casar. Esas son mentiras que el maligno aprovecha para desanimarnos. Este es un buen tiempo para llenarnos de todas las promesas que Dios nos presenta en su Palabra.  Veamos quien es nuestro gran esposo en Isaías 54:4-5 “No temas, pues no serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez o de tu divorcio (añadido por la autora), porque tu marido es tu Hacedor: Jehová de los ejércitos es su nombre: y tu Redentor, el santo de Israel.
Las solteras también enfrentan luchas cuando todas las amigas cercanas, sus primas y sus hermanas se comienzan a casar o ya se casaron. Las solteras tienden a llenarse de temor y a menospreciarse, en otras ocasiones se deprimen y hay que ver si en el fondo hay envidia, eso es falta de reconocer la soberanía de Dios para nuestras vidas. Debemos tener presente que el hecho de que nuestras amigas y hermanas se casen, no significa que son mas encantadoras que nosotras, que tuvieron más suerte, que son mejores o pudieron conquistar a la persona con quienes se casaron, debemos recordar la Soberanía de Dios, como mencioné anteriormente. Dios quiere santificar a nuestras amigas y hermanas con el matrimonio y a nosotras nos quiere seguir santificando en nuestro estado de soltera y va a llegar ese momento en que Dios decidirá y nos enviará a la persona adecuada, si es su voluntad,  pero debemos tener presente que es en el tiempo de Dios y con la persona adecuada, bajo las reglas de Dios, siempre tomando en cuenta los principios de Dios. Dios es fiel.  Y si no le place a Dios bendecirnos con un esposo, debemos tener paz y confiar en Dios, el sabe por qué hace todas las cosas. 
Hermanas, otra vez les digo, mientras escribo estoy orando por mí y por todas las solteras que conozco, y las solteras a quienes llegará este material y es mi deseo que ustedes sean alentadas, llenas de gozo y paz. Recuerden DIOS ES FIEL Y PERFECTO, El no nos segrega. Recuerden que “Toda dádiva y todo don perfecto, proviene de lo alto”, de los cielos y de parte del Señor, no tenemos que hacer diligencias, debemos esperar, estar dispuestas, abiertas, en actitud de oración, con gozo y disponibles, en paz y preparadas, no sabemos el tiempo de Dios. Recuerdan la parábola de las diez vírgenes: Dice el texto en Mateo 25:1-13, que cinco fueron prudentes y cinco insensatas; seamos como esas cinco vírgenes prudentes, que tomaron aceite en sus vasijas conjuntamente con sus lámparas. Ellas no sabían cuando vendría el esposo, pero estas cinco vírgenes estaban preparadas, fueron diligentes y prudentes, aunque cabecearon y se durmieron por un instante, estaban listas, sin ansiedad, sin preocupación, se sentían seguras y cuando llegó el esposo lo pudieron recibir.  
Las solteras luchan también con la incredulidad. A aún a pesar de conocer la Palabra, de asistir a la iglesia regularmente, participar en estudios y tener tiempo de oración con otras mujeres. Muchas hermanas no le creen a Dios. Hermanas creámosle a Dios, confiemos plenamente en El. El es fiel.
Cuando te sientas agobiada, arrodíllate, ora y clama al Señor, habla con Dios, llénate de Su Palabra, de sus promesas. No te descuides en tu devoción a Dios. ¿Qué cosa no es posible para Dios? No hay nada imposible ni difícil para Dios. El todo lo puede. RECUERDALO.
Las hermanas solteras con más de 30 años tienen gran lucha con la soledad, ya que no existen grupos específicos donde las solteras con los mismos intereses, se junten para hablar, para hacer un proyecto juntas, para confiarse y ayudarse una a la otra. Existen programas de jóvenes universitarios y con menos de treinta años, grupos de parejas, programas para adolescentes, pero existen muy pocos grupos de apoyo para las hermanas solteras, eso es una gran carga para mí, siempre oro por las hermanas solteras y les animo a que puedan iniciar programas en sus iglesias, sea de manera formal o informal, pero inicien.
Muchas mujeres casadas cuando solteras se acercan, son agradables y gentiles con las solteras, pero muchas veces no las reciben con el amor que deben recibirlas, las solteras con más de 30 años siempre son segregadas, marginadas, desahuciadas, son muchas veces temidas. Hermanas Dios no segrega a nadie y todas somos criaturas de Dios. Oremos por esas hermanas que cuando nos acercamos nos hacen sentir así, tal vez no es su intensión y no sabemos por lo que esas hermanas están pasando. 
Hay lucha con la competencia entre las mismas solteras adultas, muchas veces no pueden consolidar una amistad saludable y que perdure como grupo por mucho tiempo, por la competencia entre ellas mismas. Hermanas, nuestra competencia debe venir de Dios, es Dios quien hace todas las cosas y las permite, no compitan, ámense, búsquense una a la otra, oren la una por la otra, Dios es bueno. No hay porqué competir, lo que Dios tiene para uno es de uno, y siempre ocurrirá lo que Dios quiere. No le demos lugar a la compendia maliciosa, ni a la distancia, recuerden la unión hace la fuerza. Un grupo de hermanas solteras maduras pueden hacer mucho más que una o dos hermanas solas.
Las solteras tenemos muchas luchas porque tenemos la presión de los grupos, de la iglesia, la presión del mundo, de nuestra propia familia. Muchas, por no decir la mayoría, piensan que la vida es solamente tener un esposo y una familia, eso es una mentira, Dios creó al hombre y a la mujer y constituyó la familia desde el principio de la creación, pero si estamos solteras, es porque Dios nos tiene en ese estado. Procuremos la Gloria de Dios en nuestra soltería y descansemos en El, cuando tengamos presión externa de otros, en amor, hablemos con los hermanos y exhortémosle para que en lugar de presionarnos nos animen y oren por nosotras.
Muchas veces las solteras desean tener lo que las casadas tienen, cuidado con la envidia. Recordemos este mandamiento en Éxodo 20:17 “No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer (el hombre) de tu prójimo (a), ni su siervo o sierva, chofer, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo”.
Otra lucha que tienen las solteras es la falta de discreción. Hermanas cuidado con nuestras emociones y lo que decimos, debemos tener una o dos personas a las que le rindamos cuenta y cuando estamos pasando por esas fuertes luchas vayamos de rodillas a nuestro Dios, derramemos nuestro corazón delante de El y hagamos una cita con esa hermana madura para hablar y orar juntas. Me encanta decir, llénate de la Palabra de Dios. Cuidémonos de hablar con todo el mundo. No debemos abrir nuestras más intimas luchas y emociones a todo el mundo. 
Otra gran lucha y tentación que tenemos las solteras es el involucrarnos en cualquier ministerio y llenarnos de actividades, cuando venimos a ver estamos convertidas en mujeres activistas. El involucrarnos sin objetivo en cualquier actividad, enredarnos fácilmente en cualquier negocio no es lo mejor. El llenarnos de muchas actividades es un tipo de tentación.
Debemos sentarnos y evaluar, orar y preguntarnos cuando nos llega ese tipo de tentación de activismo, ¿por qué quiero entrar a ser parte de esa actividad?, ¿por qué quiero involucrarme?, ¿Dios quiere eso de mí ahora?, para qué y por qué lo quiero hacer?¿ Esto serà para la Gloria de DIOS?, yo creceré espiritualmente?,¿ seré de bendición a otros?, ¿ no me sacará de foco?, ¿no me llevará a ser indisciplinada y a descuidar mis prioridades?, ¿no faltaré a mis compromisos prioritarios?.
Para hacernos todas las preguntas anteriores, debemos estar enfocadas y saber hacia dónde nos dirigimos. Saber lo que somos, que quiero y por qué hago lo que hago. En muchas ocasiones nos llenamos de ansiedad, no sabemos esperar y lo más fácil es enrolarnos en muchas actividades, eso es una forma de escapar, eso se llama escapismo de la realidad y comenzamos a vivir la realidad de otros. Esto es muy sutil y muy cierto, cuidado con eso.

por Evelyn Calcaño  - Iglesiareformada.com

1 comentario:

  1. MARCELA .G. BLANCO14 de octubre de 2011, 4:17

    soy madre soltera,pero la FIDELIDAD D DIOS a sido grande conmigo y con mi hija.JAMAS NS A DEJADO SOLAS...:)

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